Cerbero era un perro monstruoso encargado de guardar las puertas del Averno. Parece que había sido concebido por los monstruos Tifón y Equidna, y se creía que era hermano de la Hidra y de la Quimera, criaturas tan terroríficas como él. Cerbero tenía tres cabezas, si bien según algunas fuentes podría tener muchas más. Su cola era una serpiente y sobre su lomo se extendía una crin hecha con cabezas de serpiente. Su aliento y su saliva eran muy peligrosos y, al igual que Medusa, su mirada podía convertir a cualquiera en piedra.